15.05.2025

Psicología de masas: ¿cómo puede ayudar en el trading?

Las emociones son naturales. Debes aceptarlas. Incluso el héroe iluminado de la novela “Así habló Zaratustra” las sintió. El “Superhombre” de Nietzsche critica, ironiza y muestra compasión. En la vida real, mantener la neutralidad es aún más difícil. La era del entretenimiento ha intensificado la emotividad y ha hecho de lo brillante el equivalente de la rentabilidad.

 

 

Las emociones se venden. Se exhiben. En los mercados financieros hay especialmente muchas. Solo, eres sereno, individual. Pero cuando te mezclas con la multitud del mercado, ocurren cosas extrañas: aparece una dirección común, un comportamiento encadenado — se forma una tendencia.


Es casi imposible mantener la cordura en una multitud: ciega y asegura que estás en lo correcto. Todos lo han sentido: el impulso emocional siguiendo a la multitud y la tensión al ir contra corriente. Los traders están constantemente bajo esta influencia, que se intensifica antes de las inversiones de tendencia.


Al principio confunde, interfiere, irrita. Cuanta más confianza, mayores los errores. Pero tan pronto como te haces consciente de tu propia emocionalidad, aparece el “trader consciente”. Calibra constantemente su estado interno y lo compara con el entorno. Cuando las señales de fin de tendencia coinciden, se aparta de la multitud — esto es lo que se llama intuición.

 


1. “Kryptonita” del trader consciente


Los consejos del trader consciente mejoran el trading: suavizan la curva de ganancias y lo hacen más placentero. Pero incluso la voz más fuerte de la intuición puede ser silenciada: la excitación nerviosa desactiva al guía interno. Una fuerte tensión nerviosa convierte al trader en parte de la multitud — un zombie.


Cuando este mecanismo se hace claro, uno empieza a buscar: indicadores de sentimiento, osciladores, medias. Son útiles, pero el gatillo principal de la tensión nerviosa suele ser el volumen de la transacción.


Este volumen provoca la mayor parte de la tensión interna. Si es demasiado alto, el trader se convierte en parte de la multitud, descuida su sistema y busca ganancias rápidas. Error, recuperación, fracaso, otro error y debriefing.


Hay una buena regla: un trader debe poder abrir una operación, cerrar el terminal y ocuparse de otra cosa. Si constantemente “vuelves” a los gráficos y no te apartas de la pantalla, el volumen es demasiado alto y debe reducirse.

 


2. Rasgos estacionales de uso de indicadores


Cuando se ajusta correctamente el volumen, el trading es cómodo. Puedes ocuparte de cuestiones técnicas y buscar el mejor indicador de la multitud — como encontrar el último decimal de Pi. Una tarea insoluble, pero fascinante.


No hace falta ir tan lejos: osciladores fiables como MACD o RSI detectan fácilmente áreas donde la multitud está demasiado excitada — y puedes aprovecharlo. Pero a veces el mercado rompe los límites de sobrecompra/sobreventa: una tendencia potente perturba la calma y hasta traders experimentados se unen a la multitud de quienes recobran.


En la mayoría de los casos esto se puede evitar: los mercados son estacionales. Las grandes tendencias aparecen en primavera y otoño, y en invierno y verano predominan los canales laterales. Para que los osciladores sigan siendo eficaces, en primavera y otoño usa marcos temporales mayores — H4 o D1; en invierno y verano — menores — H1 o H4.